Fue tal día como ayer, un 9 de julio, pero del año 81, y con el mar con idéntica resaca y olas encrespadas. Juan José Andreu Paniagua, ‘Pani’, empleado en los almacenes Gómez Raggio, antes de almorzar en la casa familiar quiso darse un chapuzón. Todavía con las zapatillas puestas, mientras repasaba las normas de circulación para sacarse el carné de conducir sentado en la arena, vio cómo una niña de 12 años, la cordobesa Dolores Álvarez, se estaba ahogando. Sin pensárselo, junto con otros 14 bañistas se tiró al agua a por ella. La niña pudo salvar la vida, pero Juan José vio que el padre de la pequeña, el joyero cordobés Manuel Joaquín Álvarez, que también se lanzó a por su hija, parecía estar a punto de ahogarse. El joven paleño fue a por él pero el padre se le agarró con tal ímpetu, que los dos se fueron al fondo y perdieron la vida. Una placa de cerámica con el retrato de Juan José Andreu Paniagua, ‘Pani’, en la zona aproximada donde sucedió todo, junto al merendero El Tintero, recuerda desde ayer este «ejemplo de solidaridad y generosidad, el esfuerzo heroico para salvar la vida de esta niña», recordó el alcalde Francisco de la Torre, que asistió al acto. El reconocimiento ha sido posible gracias a la iniciativa de don Pedro Medina, profesor del joven fallecido cuando estudiaba en el Colegio Safa-ICET. Don Pedro, que leyó dos poesías en recuerdo de su alumno, propuso este homenaje en un reportaje en La Opinión de diciembre del año pasado; la propuesta fue apoyada con entusiasmo y rapidez por la familia y amigos de Juan José, que en pocos meses reunieron centenares de firmas y consiguieron el apoyo de casi todos los colectivos y asociaciones del Palo. Foto de familia del alcalde, familiares y amigos de ‘Pani’. Foto: Álex Zea El hijo póstumo de Juan José Descubrió la placa, acompañado de su hija Luz, Juan José Andreu Ortiz, el hijo póstumo de este paleño, nacido al mes siguiente de morir su padre. Minutos antes, una de las hermanas de ‘Pani’, María Victoria Andreu, recordaba emocionada al fallecido como alguien «tan joven, cariñoso, alegre y lleno de vida; un hermano mayor muy detallista y generoso». En nombre de los colectivos del Palo, Falele Rodríguez, de la asociación de vecinos del Palo y amigo de Juan José, evocó «la figura señera y solidaria» de este paleño que dio lo máximo que podía dar: «la vida». Falele se felicitó por el apoyo recibido para este homenaje «en un tiempo récord, a uno de los mejores seres de esta tierra». También intervino, José Romero, cuñado de Juan José Andreu, que dio las gracias por todo el respaldo de vecinos, asociaciones, peñas del barrio y la junta de distrito y recordó el «vacío inmenso» que dejó su pérdida. El acto terminó con aplausos, lágrimas y con la actuación de ‘Creencias flamencas’, dos artistas del Palo que cantaron así a Juan José Andreu Paniagua, desde ahora, con un rincón de su barrio con su nombre: «Serás mi héroe por siempre».