Seguro que a más de uno ya se le había ocurrido. Contratar el acceso a Internet con una operadora y distribuir la señal por todo el bloque a través de una red inalámbrica wi-fi. Los gastos se reducirían considerablemente, ya que la factura se compartiría entre todos los vecinos, que podrían conectarse desde casa con solo introducir una clave. Pero, ¿hasta qué punto es legal? La Comisión del Mercado de las Telecomunicaciones (CMT) ha dado la respuesta con una resolución en la que responde a una comunidad de vecinos que no existe ningún impedimento normativo para que los residentes compartan un único servicio de Internet y que pueden hacerlo sin inscribirse en el Registro de Operadores.
El organismo público regulador argumenta que, en este caso concreto, el wi-fi no estaría abierto al público, por lo que el número de usuarios no es masivo, y no existe ánimo de lucro, ya que no se trata de una actividad «que se preste a cambio de una remuneración», sino que los costes de la misma se sufragan con cargo a las cuotas comunitarias. Además, no es la comunidad la que presta el servicio de acceso a Internet ni ofrece un servicio de atención al cliente. Por todo ello, la CMT considera que el uso y pago conjunto de la Red sería una actividad «en régimen de autoprestación», que «no requiere su notificación ante esta Comisión». No obstante, el organismo advierte de que esta resolución hace referencia «a un escenario muy concreto que reúne una serie de características puntuales» y señala que cualquier otro caso tendría que ser analizado.
Reacciones
De todas formas, la contestación a esta comunidad de vecinos abre la vía para que otros colectivos de residentes se planteen la posibilidad de compartir el acceso a Internet, algo que podría traer de cabeza a las operadoras, que por el momento no se han pronunciado al respecto. Este periódico intentó ayer hablar con Telefónica y Vodafone, pero ambas compañías rehusaron hacer declaraciones al respecto a la espera de estudiar con detenimiento el escrito de la CMT.
Los administradores de fincas y los usuarios de Internet mostraron su satisfacción por esta resolución que, según celebran, va a favor del interés general. «Todo lo que pueda ser mejor para los comuneros y más económico es bueno», apuntó ayer el presidente del Colegio de Administradores de Fincas de Málaga, Marcelo Cambló, que, sin embargo, alertó de que la posibilidad de compartir Internet puede ser motivo de controversia en los bloques, ya que «puede haber comunidades en las que algunos vecinos quieran hacerlo y a otros, quizá por la edad, no les interese». Además, el tema del pago conjunto también puede conllevar problemas: «normalmente cada vecino paga en función de su coeficiente de propiedad, pero tal vez la persona con el piso más pequeño utilice la Red más que los demás, por lo que habría que ver hasta qué punto es justo».
Desde la Asociación de Internautas, su presidente, Víctor Domingo, calificó de «buena noticia», el hecho de que la CMT «resuelva que un vecino puede compartir su línea de ADSL». A su juicio, «significa un cambio de actitud hacia el interés general después de haber actuado siempre pensando solo en los operadores», máxime cuando los precios «son abusivos».
Domingo, no obstante, aconseja a las comunidades que decidan compartir Internet que tengan cuidado con el tema de la seguridad. «Tienen que controlar quién tiene acceso a la red inalámbrica y qué uso se hace de ella para evitar problemas», afirmó.
Desde la Comisión del Mercado de las Telecomunicaciones aclararon ayer que esta resolución no supone ninguna obligación legal, sino que es aclaratoria de lo que estipula la normativa española al respecto. Según fuentes del organismo, ahora queda en manos de las operadoras acceder a ofrecer este tipo de servicios a las comunidades
Fuente: Diario Sur.