Una tercera oportunidad para Málaga

Málaga ha perdido dos magníficas oportunidades de mejora y transformación de su estructura urbana. Esas ocasiones han venido de la mano de las obras de dos túneles para albergar modernos medios de transporte como son el AVE, por un lado, y el metro, por otro. Sin embargo, la falta de previsión y acuerdo por parte de los responsables políticos tanto del Ayuntamiento como de la Junta de Andalucía ha hecho que no se hayan podido ejecutar los proyectos de avenidas y nuevas zonas peatonales sobre ambas infraestructuras. Una falta de planificación que ha llevado al bulevar sobre el soterramiento de la alta velocidad y a la semipeatonalización de carretera de Cádiz al cajón de las obras retrasadas y bloqueadas ahora por la crisis económica, que estrangula la posibilidades de inversión de las administraciones públicas.
Sin embargo, tras estos dos errores, la ciudad tiene aún una tercera oportunidad para verse renovada tras las obras de un nuevo tramo del metro, el que atravesará el Guadalmedina, la Alameda Principal y el paseo del Parque. Como adelantó este periódico (ver SUR 10/8/2010), este trayecto abre la puerta a la idea planteada hace cinco años para soterrar el tráfico en la plaza de la Marina, lo que permitiría la conexión peatonal de la calle Larios con el puerto, y para peatonalizar la calzada central de la Alameda Principal, convirtiéndola en una avenida de paseo como fue diseñada en el siglo XIX. Por ahora, los principales actores en esta iniciativa, el Ayuntamiento y la Junta de Andalucía, coinciden en estar dispuestos a estudiarla a la vuelta del parón del mes de agosto.
Soterramiento
De esta forma, pueden evitar que suceda como con el fatídico ejemplo del bulevar. Fue en julio de 2004 cuando se cerró el acuerdo para que la alta velocidad entrara en Málaga bajo tierra. El Ministerio de Fomento, la Junta de Andalucía y el Ayuntamiento sellaron el convenio para repartirse el coste del túnel para el AVE, cuyas obras comenzaron dos años después, en marzo de 2006. Sin embargo, el Consistorio no fue lo suficientemente ágil para impulsar al mismo tiempo los trámites para que el bulevar previsto sobre el túnel pudiera iniciarse al término del mismo.
No fue hasta el año 2008, con las obras del soterramiento bastante avanzadas, cuando la Gerencia Municipal de Urbanismo contrató a la unión de dos empresas -K.V. Consultores y Narval Ingeniería- para que redactaran el proyecto de la nueva 'Avenida-parque sobre el soterramiento del pasillo ferroviario en Málaga'. Este trabajo dio como resultado un estudio de alternativas que quedó listo en octubre de ese año.
Sin embargo, los meses pasaron y no fue hasta mayo de 2009, a 30 días de la finalización del soterramiento del AVE, cuando, a raíz de las informaciones publicadas por este periódico (ver SUR 18/5/2009), se volvió a retomar el debate sobre el proyecto del bulevar. Los trenes dejaron de circular en superficie hace ya más de un año y la zona sigue convertida en un enorme solar de dos kilómetros, a la espera de que el Ayuntamiento llegue a un acuerdo con Fomento sobre la titularidad de los terrenos. Desde principios de este año, el proyecto de la futura avenida -valorado en más de 40 millones de euros- está a la espera de que el Consistorio empiece a acometerlo, algo que todavía se vislumbra lejos, a tenor de los recortes presupuestarios por la crisis.
Avenida de Velázquez
De igual modo, el proyecto impulsado por la Consejería de Obras Públicas de la Junta para hacer del eje de la Carretera de Cádiz un avenida con más espacios peatonales ha quedado relegado a un segundo plano por la demora con la que se ha planteado. Las obras del metro en la avenida de Velázquez arrancaron oficialmente en julio de 2006, y no fue hasta mayo del año siguiente cuando el Gobierno andaluz activó los trámites para contratar el proyecto a la ingeniería BB&J Consult, que lo realizó por 340.760 euros.
La Junta lo presentó el pasado mes de mayo al Ayuntamiento, quien lo valoró positivamente y le dio la luz verde para su ejecución. Pasa por reducir la circulación a un carril por sentido más uno para autobuses y ensanchar notablemente las aceras, para lo que se requiere una inversión de 42 millones de euros.
Sin embargo, el tráfico volvió el pasado 11 de agosto a una avenida de Velázquez que ha sido repuesta casi igual respecto a lo que había antes de la obra del metro. La Junta ya ha dicho que la semipeatonalización tendrá que esperar, para dar «un respiro» a los vecinos.
Con el bulevar y la remodelación de la Carretera de Cádiz en la situación descrita cabe preguntarse si el Ayuntamiento y el Gobierno andaluz serán capaces de ponerse de acuerdo y aprovechar la obra del metro por el centro para dar un cambio sustancial a la movilidad en la ciudad dentro de cuatro años, cuando probablemente la situación económica permita a las instituciones afrontar este tipo de proyectos con mayores garantías. Ahora tienen una tercera oportunidad para coordinar esfuerzos y planificar la actuación.
 
Fuente: Diario Sur.