Aquellos que no lo hagan, se quedarán sin línea a partir del día siguiente. Esta medida afecta a las personas que compraron tarjetas prepago antes del 9 de noviembre de 2007, día en que entró en vigor la Ley de conservación de datos relativos a las comunicaciones electrónicas y a las redes públicas de comunicaciones.
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Contra su uso por delincuentes
Identificar al dueño de cada número es una tarea de vital importancia en la lucha contra el terrorismo y el crimen organizado, según ha afirmado esta mañana el ministro del Interior, Alfredo Pérez Rubalcaba. Los grupos terroristas y las organizaciones delictivas se aprovechaban del vacío legal sobre los teléfonos de prepago para guardar con celo su identidad. La Unión Europea puso freno a estas actividades hace dos años con la aprobación de una directiva comunitaria que obliga a registrarse a los dueños de estas líneas. Estas prácticas crearon un "mercado negro" en el que se venden tarjetas sin control, según Rublacaba. Es lo que sucedió con la utilizada para avisar de la colocación de un coche bomba de ETA en Madrid el 9 de febrero. "La ley avanza y la delincuencia también", ha admitido el ministro.
Con esta medida no se ataja, sin embargo, la difícil tarea de identificar a los usuarios de tarjetas prepago. Mientras España ha aplicado la directiva europea, los países de su entorno aún no lo contemplan. Ni Francia ni Portugal están próximos a instaurar esta ley, y en Marruecos no es obligatorio conocer quién es el usuario.
La Ley de conservación de datos relativos a las comunicaciones electrónicas y a las redes públicas de comunicaciones establece que las compañías de telefonía móvil deberán llevar un registro en el que consten los datos objetivos de las llamadas: quién la hace, a quién, cuántas veces y durante cuánto tiempo. Todo ello para que el juez pueda utilizar este archivo en una investigación.
Fuente: Diario El País