«¡Veo, veo, veo! ¡La Aduana ya es museo!»

Atrás quedan aquellos años en los que la plataforma ciudadana La Aduana para Málaga se reunía cada lunes en El Pimpi para debatir sobre el dudoso futuro del Museo de Bellas Artes de la ciudad, que por aquellos entonces se había quedado huérfano de sede. "El Museo de Bellas Artes de Málaga, que estaba en la calle San Agustín, se cerró porque Christine Picasso eligió ese palacio como sede del Picasso. La Junta de Andalucía compró ese palacio, propiedad de unos particulares, y lo comunicó al Ministerio, que tuvo que buscar un edificio para el Museo de Málaga. Se decidió almacenar las obras en el ático del Palacio de la Aduana. En ese momento Esperanza Aguirre era la ministra de Educación y Cultura. Nosotros decidimos reivindicar el Museo de Bellas Artes, puesto que en otras ciudades ya se habían cerrado otras pinacotecas del estilo porque les había ocurrido algo similar. El director del museo nos dijo que nos podíamos quedar sin pinacoteca para siempre. Entonces empezamos a reunirnos", cuenta apasionada Mariluz Reguero, la portavoz en aquellos momentos de la iniciativa popular.

Francisco Jurado, artista malagueño, recuerda que luchar en aquella época no fue fácil: "En ese momento la vida cultural en esta ciudad, además de anodina, estaba en peligro. No había salida para los artistas y veíamos cómo el concepto ideológico no permitía cierta apertura. Hoy hay que recordar a Rafael Puertas Tricas, el director del Museo de Málaga, porque él fue el que unió a las distintas personas que formamos parte del colectivo". Minutos después, Jurado se sincera: "Nos la jugamos muchísimo. De hecho, Reguero, tuvo que presentar una querella porque aquí no se podía hablar. Llegamos a recoger casi 50.000 firmas y las tiraron a la basura. Más bien, Carlos Rubio, el gobernador civil de entonces, tiró muchas firmas a la basura. Ni siquiera se molestó en enviarlas al Ministerio de Cultura".

Aquel espíritu guerrero, insurrecto, rebelde, volvió a gritar ayer lo que les correspondía a los miembros de la plataforma ciudadana que en su día consiguieron reunir a 10.000 personas en una sola manifestación. "¡Veo, veo, veo! ¡La Aduana tiene museo!", se escuchó ayer en cuanto se abrieron las puertas del emblemático edificio. Instantes después, uno de los integrantes de la iniciativa popular le corregía en tono amable a Jurado: "¡Veo, veo, veo! ¡La Aduana ya es museo!". Los miembros de La Aduana para Málaga fueron ayer los primeros en visitar el Museo de Málaga con todos los cuadros colgados, a excepción de uno del Museo del Prado que está en fase de restauración; y a falta también de tres piezas del Teatro Romano, que continúan en el Centro de Interpretación. Además, María Morente, la directora de la pinacoteca, sin fecha de apertura aún, destacó el hecho de que en la parte arqueológica el 60% de las piezas son "inéditas".

Minutos antes de arrancar el paseo por la pinacoteca, la emoción afloró cuando se proyectó un vídeo homenaje donde los propios miembros aparecían. "Caiga quien caiga. La Aduana para Málaga", se leía en una de las pancartas que portaban "algunos de nosotros más jóvenes y sin barba", se escuchó entre el público. "Fue una cosa muy de base, de asociaciones de vecinos y así. Organizamos una manifestación con 6.000 personas. Para nosotros fue una sorpresa que viniera tanta gente. A la siguiente fueron 10.000 personas", rememora Reguero con una lagrimilla a punto de salir.

La consejera de Cultura de la Junta de Andalucía, Rosa Aguilar, presidió el paseo y dio las gracias "con mayúsculas" previamente a la Plataforma La Aduana para Málaga por su empeño: "Todo aquello que hicisteis mereció la pena". "Hoy es un día de emociones compartidas, esto es producto de la lucha ciudadana y es un día para reconocer también a personas que hoy ya no están, como Rafael Puerta, Rafael Fuentes, Sergio Fernández y Bernardo Roquero", recalcó la consejera, quien también hizo un cariñoso guiño al poeta Manuel Alcántara, que no pudo acudir "por una caída pero que nos ha enviado una carta muy cariñosa. Esperamos que cuanto antes pueda conocer este museo". Aguilar sostuvo también que los integrantes de la plataforma son "el motor, el alma y el corazón para que este proyecto se hiciera realidad" y mostró su convencimiento de que "la ciudadanía malagueña se va a sentir reconocida en su museo".