XVIII FESTIVAL DE JEREZ. BALANCE FINAL

Uniquito y misterioso, como la luna. Y oloroso, como Jerez. Esa era la opinión general entre los muchos visitantes que hemos convivido durante los días del Festival. Muchos idiomas, pero un solo lenguaje: el del arte flamenco. Y así, da gusto.

 
Isamay Benavente, directora del Festival de Jerez, ha encontrado la fórmula más idónea, tanto en la duración –dos semanas- como en el enfoque y variedad de los espectáculos, amén de la importantísima área formativa y el complemento intelectual de las actividades paralelas. Nosotros, que hemos vivido intensamente el Festival, así lo constatamos; no sin aclarar que nuestra crítica, elogiosa o no, sólo obedece a la verdad objetiva contrastada con la realidad de los hechos.
 
Después de dieciocho años, el Festival de Jerez sigue siendo fiel a sí mismo, enfocado fundamentalmente al baile flamenco y a la danza española, que son sus señas de identidad, con más de cuarenta espectáculos este año, aparte de las Peñas Flamencas y otros escenarios de la ciudad. “Pero, no es un festival sólo de espectáculos, sino que mima su área formativa y aumenta sus actividades complementarias: éstos son sus tres pilares fundamentales”. Un escaparate donde se muestra el panorama actual del flamenco, lugar donde tiene cabida la tradición y las apuestas más arriesgadas, donde es posible ver a las figuras consagradas y a los jóvenes.
 
La mujer tiene una presencia cada vez más importante en el Festival de Jerez. No exageramos si decimos que hemos constatado que un muy alto porcentaje  de las actividades estaban protagonizadas por mujeres. Quizá por eso, la edición de este año ha querido mostrar por dónde va el flamenco, tanto de mujer como de hombre, a nivel de baile, de cante y de guitarra.
 
“Por otra parte, el Festival de Jerez es un lugar para estar y vivir la ciudad, un lugar de encuentro donde se pueda convivir en torno al flamenco. En este sentido, el flamenco profesional tiene que dejar de engañarse a sí mismo si quiere ser una industria, un negocio, pues existe un turismo cultural y de ocio que el flamenco no puede dejar escapar”.

El que quiera entender, que entienda las acertadas palabras de Paco López -tan válidas ayer como hoy- fundador del Festival de Jerez, y una de las cabezas visibles de un magnífico equipo que funciona como un reloj suizo.
 
Texto: Paco Vargas
Fotos: Festival de Jerez/Javier Fergo