¿Y DE LOS DERECHOS HUMANOS QUÉ?

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Que ha afirmado Teresa May, jugándose la victoria o la derrota en las elecciones, que si es necesario recortar los derechos humanos, hasta el punto de "vulnerarlos, reducirlos", pues se limitarán o reducirán o eliminarán.

Hasta lograr que el miedo condicione nuestras existencias, antes y después de cada imprevisto que acabe por devolvernos a la realidad de nuestras existencias, por cierto, tan humanas como frágiles, como resulta el día a día incierto, peligroso y hasta, a menudo, injusto.

Ante los zarpazos viles y letales, bárbaros e injustificables, insoportables y criminales del terrorismo yihadista, el enfrentamiento a muerte parece estar servido, el pulso trágico por la civilización que prevalezca con todos sus logros, ganados a sangre y fuego, con todas las garantías y todos los derechos humanos, frente a la inhumana barbarie de quienes también quieren vencer, por ver si consiguen arrastrarnos a su mundo infernal de oscuridad, intransigencia y radicalidad.

Enfrentados pues, jugándonos a vida o muerte la esperanza de un modelo de sociedad que, aún por mejorar, está a años luz del de los asesinos autoinmolados, precisamente porque en nuestra civilización se han de anteponer, los derechos humanos, sin cortapisas, sin recortes ni limitaciones. Porque los defendieron nuestros mayores, y porque murieron por ellos, sin en ningún instante apelar al recorte de los mismos.

Por eso da pánico lo que ha declrado Teresa May y lo que parece ser una corriente creciente en nuestro mundo, supuestamente, civilizado y libre.

Porque entonces sí que los terroristas estarán ganados y nosotros perdiendo.

Frente a las víctimas inocente y valientes, con comportamientos ejemplares, heroicos, humanos y libres, como el de nuestro compatriota caído, asesinado, Ignacio Echevarría, el respeto y el reconocimiento, y la alegría y el orgullo que les permitió vivir como seres humanos con derechos, admirando y lamentando su sacrificio para no olvidar que eran "seres humanos libres con derechos".

De acuerdo con los mayores medios para nuestros servicios de inteligencia, nuestras policías, nuestras fuerzas de seguridad . . . coordinadas, vigilantes, sabiendo que nuestra civilización y la Declaración de los Derechos del ser humano sigue plenamente vigente, contra la barbarie triste, inmoral, dañina y perversa, y también contra cualquier tentación de restringir tales derechos que son victorias.

Porque entonces sí que estaremos acorralados y vencidos.

Sobreponiéndonos al miedo no deberemos someternos al miedo.

Y sólo la fraternidad, la igualdad, la libertad seguirán dando sentido a nuestras existencias amenazadas pero "libres, iguales y fraternales".

Cuando parece que la consigna que intenta extenderse es la de "recogernos en nuestros cubiles" solo hay una alternativa: el orgullo y la alegría de proclamar nuestra libertad, nuestra igualdad y nuestra fraternidad. . . valores y principios amparados por los Derechos Humanos Universales.

Por cierto cuando se hacen proclamas a la coordinación internacional uno se acuerda de que en nuestro país, bajo el gobierno del PP, fue postergada la aplicación de "La Justicia Universal", por cobardía, por interés cortoplacista de un gobierno que miró hacia sus propios intereses, y uno se avergüenza de sus dirigentes aunque confíe plenamente en las avanzadillas especializadas, en las fuerzas de Seguridad, que luchan y saben hacerlo contra el terrorismo yihadista que nos amenaza, que quiere matarnos y lo que es peor. . . ¡vencernos!. . . para ¿que reneguemos de nuestros derechos ganados por nuestros mayores, a sangre y fuego, dejando regueros de caídos por la libertad, la igualdad, la fraternidad?, o ¿ya se nos ha olvidado?.

O ¿solo jugaremos a tener miedo contra la barbarie que rechazo sin reservas?.

Recuerdo que el 6 de junio de 1.944, hace ya 73 años, miles de soldados de numerosos países libres y democráticos desembarcaron en las playas de Normandía, para acabar con la barbarie. Y el sacrificio de miles de seres humanos mereció la pena y los Derechos Humanos siguieron siendo considerados "sagrados e intocables".

Torre del Mar junio – 2.017